Te invito a compartir conmigo lo apasionante de escudriñar las escrituras, en ella, descubrirás en que tiempo vivimos.

A pesar de que muchos están interesados en descubrir lo que vendrá mañana, no porque anhelen una vida sana y santa, como Pablo le recuerda a Timoteo, sino más bien…, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” previamente Pablo con urgencia le insiste a Timoteo

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su Reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende , exhorta con toda paciencia y doctrina”

2ª Timoteo 4

Como preámbulo a nuestro tema, debo aclarar dos cosas:

La primera, es la dificultad que presenta el trabajo hermenéutico, con respecto a la doctrina de los últimos tiempos, los desafíos que se plantean al intérprete de la Biblia, en relación al Reino de Dios, en lo concerniente al Milenio. Las escuelas originadas de estas interpretaciones son la “Amilenarista, la Postmilenarista y la Premilenarista” lo que estas escuelas tratan de responder es ¿cuándo vendrá Jesús, antes o después del milenio? 

Durante y al final del desarrollo de este tema, el lector ya habrá captado la postura de esta estudiante de las escrituras; y más aún observo con emoción como los creyentes guiados por el Espíritu de Dios, están siendo llevados a esta posición. No es la intención de esta presentación, definir estas interpretaciones, lo que sí, puedo afirmar que existe un problema hermenéutico de bastante peso; si eruditos e investigadores bíblicos pueden llegar a tan opuestas posiciones con fundamento bíblico, ¡que queda para el lector que tiene “hambre y sed” de aprender! “Fernando Estefó” (Estefó, 2004), se pregunta “¿Por qué puede ocurrir algo semejante?” ¿Cómo puede haber tanta diferencia en la interpretación bíblica?

Es obvio que se trata de una cuestión hermenéutica, luego el asunto no es cualquier texto – estamos frente a la interpretación profética, por lo tanto los principios y reglas de interpretación deben ser específicas para este tipo de narrativa bíblica –  ningún otro tipo de literatura bíblica que no sea la profética requiere de un análisis tan exhaustivo y cuidadoso de todo el contenido bíblico donde se hace mención de lo profético; el  libro de Apocalipsis, por ejemplo, no debería leerse sin tomar el contexto profético de Daniel, Ezequiel, Zacarías, Malaquías, Oseas y Mateo 24, o lo mismo si se quiere estudiar a Israel, sin tomar en cuenta el libro de Romanos y Hebreos.

Por último con respecto a este primer apartado, nuestras posturas pueden ser el reflejo de la moda o del último descubrimiento teológico, así la postura premilenial fue considerada en su tiempo como superstición, rayando en lo hereje, por el Concilio de Éfeso, en el año 431, sin embargo esta misma posición fue sostenida por Justino mártir, Ireneo, Tertuliano y otros Padres de la Iglesia primitiva durante los tres primeros siglos; luego con el florecimiento de las artes, cobra fuerza el postmilenialismo, pero luego decae, con el surgimientos de las dos guerras mundiales que ha acontecido al planeta.

A pesar de estas tendencias tan disímiles, todas tienen en común verdades innegables que tipifican al cristianismo; TODOS esperamos que Cristo regrese, es SU promesa y NUESTRA esperanza bienaventurada, fijando nuestros ojos en la cruz del calvario y la victoria que obtuvo Cristo en la cruz, esta verdad, permite que pasen a segundo plano las posiciones mileniales que cada uno de los creyentes pueda tener.

La segunda, volviendo a Timoteo 4, por poner una referencia; Dios ha hablado, Dios se ha revelado, Dios vino a este mundo en la persona de Jesucristo, nos reveló el Evangelio del Reino, nos habló…, Juan el Bautista lo precedió pregonando “Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado” Cuando entró el pecado y las tinieblas quisieron empañar la luz de su reinado, El evangelio del Reino ya estaba en acción en Génesis 3:15, hasta Abraham “Y en ti serán benditas todas las naciones” expresa el carácter y extensión de su reinado, universal y eterno.

La palabra Reino, en algunas oportunidades intercambiable con Reino, es “mundo” mejor traducida sería “siglo”. Esta expresión indica por un lado estructura, belleza, orden (Salmo 148), es el Cosmos de Dios (belleza, armonía, de ahí, viene para nosotras, la no menos importante palabra “cosméticos” que tratan de hacer algo a nuestro favor), pero no es ésta la que aparece la mayoría de las veces en N. T. La palabra es AION y su significado en el idioma Neo testamentario es edad, sistema, curso, la corriente. (La corriente de este mundo, el presente siglo malo) Cuando el N. T. habla de este AION y, lo califica como malo (Gálatas 1:3), es la edad o reino de las tinieblas o el misterio de la iniquidad que empezó junto con la caída y cuyo mentor es el dios de este siglo, Satanás. 

Pero gracias damos al Autor de la vida, hay otro AION, poderoso y anticipador del Reino glorioso de la promesa hecha a los hombres de todas las épocas. Este AION irrumpe con violencia el “presente siglo malo”, inunda toda la historia, pasado, presente y futuro, y la redime para presentarla al Padre como fue en su origen. Jesucristo es entonces, la encarnación misma, ANTICIPO GLORIOSO DEL SIGLO VENIDERO. Es el “Autobasilea” primicias de un nuevo orden de vida quién testificó y profetizó lo porvenir y formó discípulos hasta hoy y hasta su regreso, por eso la Iglesia triunfante pasa a ser como una maqueta de ese Gran reino por venir, aunque ya estamos comenzando y aprendiendo a vivir en este nuevo reino, la Iglesia triunfante en Cristo que pasa a ser así también primicias y anticipo de ese Reino por venir, clama todos los días, siendo ella y Jesucristo, la realidad del Reino “Señor, ven, ven Señor Jesús. Venga tu Reino”

Leer: 1° Cor. 16:22, Apoc. 22:20, Mateo 6:20

Reino y Siglo; la expresión griega “Basilea Tou TTheou” Reino de Dios, aparece en los sinópticos donde Jesucristo es el Cristo Mesías esperado, el Rey.

E. F. Harrison, (Diccionario de Teología Editorial Clie pág. 517), dice lo siguiente:

“El uso secular de la palabra Basilea es primero que todo la Autoridad para gobernar como rey, y, en segundo lugar el territorio sobre el cual ejerce el reinado” es soberanía, autoridad, gobierno y señorío; para eso también existe la palabra “Malkuth” equivalente en hebreo. Así tanto hebreo como griego indican la majestad y realeza del gobierno del Rey, su poder y Autoridad. 

Esta Autoridad cubre toda la creación, el Rey es el creador y dueño y todo está sometido bajo sus pies “Tu reino es el Reino de todos los siglos y tu Señorío en todas las generaciones” (Salmo 145:15).

Es entonces cuando comprendemos a cabalidad el significado, y lo que representa ante toda la humanidad, que el Hijo del hombre como se hizo llamar el Dios eterno, su sacrificio en la cruenta cruz, y las palabras escritas sobre ella:

“Su causa escrita: Este es Jesús, el Rey de los judíos”

(Mateo 27: 37)”

 OH! Amigos esa mofa influenciada por las tinieblas comandadas por Satanás, era la verdad eterna inserta en el plan de salvación más amoroso y glorioso concebido en el mismo corazón de Dios, verdad que Juan replica, “a lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”

¿Amigos…, es Jesús vuestro Rey?

Finalizando esta introducción para ir hacia la Escatología, uff! bastante extensa, (aquí puede tomar un descanso y seguir leyendo más tarde, aunque debo creer que su lectura terminaría en el párrafo de…, “las grandes pequeñas diferencias sobre el milenio”),  enfrentamos en esta guerra de los siglos, (aunque ya sabemos quién y quienes somos los ganadores) con dos cosmovisiones distintas e irreconciliables:

Una dice “En el principio era Dios…” la otra, la del usurpador “Con que Dios os ha dicho”, esta última no es más ni menos que la antigua “nueva era” que disfraza la verdad de Dios, (Estefó, 2004) con medias verdades y medias mentiras, no es nueva la metafísica, con sus enredos y estilos de vida que se contradicen, viviendo una espiritualidad que dista de la verdadera, obediente a Dios la espiritualidad bíblica: Una dice: “todo lo puedo en yo que me fortalece” la verdadera dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Por eso es menester que estudiemos el precioso y grandioso plan de salvación de  Dios para con la humanidad, aunque otras voces quieran acallarlo escondidas desde la corriente de este siglo. 

La doctrina de los últimos tiempos provoca en los creyentes gozo y esperanza, admirando a quienes Dios usó para mostrar al mundo entero su gloria y su luz. Muchos consideran que Israel le falló a Dios, mas ellos fueron obedientes al gran mandato de su Dios “Preservar las escrituras”  ¡Y cumplieron!  (En otro testamento, aclararemos ese punto)  

Durante el tiempo que demoró este estudio, pude luego observar lo que muchos antes de mí, escudriñaron…, ante mi asombro, las conclusiones son casi idénticas. Deseo en este artículo, dar gracias a Dios por un gran hombre que ha bendecido mi vida, ahora duerme en el Señor, pero está presente porque Dios es Eterno; me refiero al Dr. Adrian Rogers, intencionalmente he puesto los subtítulos que él usó en un estudio similar a éste.

Por último, en este prefacio, deseo señalar que hoy, mas que nunca, debemos tomar una decisión, y ésta se refiere al compromiso de amar y servir a nuestro Dios Omnipotente, como gente salvada, redimida y entendida en los tiempos, tal cual como fue considerada la tribu de Isacar en el reinado de David:

«De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos»

1ª Crónicas 12:32

Espero que tú también, estimado lector, te consideres «Entendido en los tiempos», puedes tomar tu Biblia y continuar conmigo en este estudio.